miércoles, 18 de abril de 2007

PROMOCIÓN DE VOCACIONES CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS

Aquiles Gay

Estamos viviendo una etapa de grandes cambios ambientales y culturales como resultado de los impresionantes desarrollos científico-tecnológicos de los últimos 30 años. En consecuencia están cambiando muchas de nuestras costumbres y en muchos casos hasta nuestra forma de pensar. Por ejemplo: el teléfono celular brinda una nueva forma de comunicarse y en consecuencia también de actuar, y las biotecnologías plantean un nuevo enfoque sobre algunos temas de la vida y nuevas incógnitas sobre el futuro en ese campo.
Estos cambios son tan profundos y globales que es casi imposible sustraerse a ellos, y todo grupo humano que se contente con ser simple espectador pasivo de los mismos o tan sólo usuario de los nuevos productos de la ciencia y la tecnología, y que no busque insertarse en forma activa en este proceso de cambio, tiene pocas o casi ninguna posibilidad de progresar en el mundo del futuro.
Esto plantea una disyuntiva progreso o estancamiento.
Pero el estancamiento implica retroceso, pues el cambio prácticamente alcanza a todos, y el grupo social que no asuma un papel activo en esta etapa queda marginado y su subsistencia entra en una zona de riesgo.
Por otra parte el progreso plantea un desafío que para enfrentarlo se necesitan personas capaces de asumir la tarea de llevarlo a cabo, ahora bien, esta tarea es a largo plazo, y sin lugar a dudas cada vez más compleja, por lo que hay que preparar a quiénes en el futuro van a tener la responsabilidad de cumplirla, y esos son los jóvenes de hoy. Pero para que estén en condiciones de hacerlo tienen que capacitarse en el campo de la ciencia y la tecnología; buscando generalizar esta capacitación, una etapa previa es despertarles la vocación en ese campo.
La Promoción de vocaciones científicas y tecnológicas es un imperativo del presente para un futuro deseado, pero para llevarla a cabo se debe contar con espacios y/o actividades que lo permitan.
Al respecto podemos mencionar las ferias de ciencia y tecnología o los clubes de ciencia o de tecnología, los que en forma explícita o implícita tiene como objetivo despertar vocaciones científicas y tecnológicas. Éstos son espacios específicos e ideales para cumplir la función que nos ocupa, pero dada la importancia del tema consideramos clave apelar a otros espacios y actividades que permitan colaborar en el logro del objetivo buscado, como pueden ser el aula de clase, los museos de ciencia y de tecnología, la televisión, la radio, Internet, los periódicos, publicaciones varias, charlas, conferencias, etc. Como vemos hay distintos escenarios, pero buscando concretar una propuesta nos ocuparemos de dos, el aula de clase y los museos de ciencia y de tecnología.
Consideramos que el aula de clase es un lugar interesante para promover vocaciones, pues la función del docente (maestro o profesor) es, entre otras, despertar en los alumnos la inquietud por conocer y por profundizar sus conocimientos, lo que se logra incitándolos a que investiguen sobre temas que despierten su interés (aquí es clave encaminarlos hacia objetivos concretos) y que traigan al aula el resultado de sus investigaciones a fin de discutirlas y de socializar el tema. La mejor forma de interesarlos es convertirlos en actores activos de su proceso de aprendizaje. Bien manejado por el docente este proceso tiende a despertar vocaciones.
Por otra parte, y desde nuestra óptica, los museos de ciencia y de tecnología son (o deberían ser) centros educativos, por lo que nuestro planteo es válido tanto para el aula de clase como para los museos. En lo posible, es aconsejable vincular las actividades de los museos con las actividades que tienen lugar en el aula (interacción museo-escuela). No descartamos que también se puedan crear pequeños museos en las mismas escuelas.
El promover vocaciones científicas y tecnológicas es un tema muy importante, y se lo debe considerar como un objetivo de la formación escolar (tanto primaria como secundaria), teniendo en cuenta que el mundo de hoy está marcado por la ciencia y la tecnología. Pero esto no sucede.
La actual formación escolar tiende a preparar a los alumnos, fundamentalmente como usuarios o conocedores de conocimientos Científicos y Tecnológicos pero no como indagadores frente a la ciencia y la tecnología, o como investigadores de los fenómenos científicos y tecnológicos. No se puede decir que la investigación esté totalmente ausente, pero como planteo general no es central en los programas escolares. Ahora bien, la investigación a nivel escolar puede ser disparadora de vocaciones científicas y tecnológicas".
El tema, "Promoción de vocaciones científicas y tecnológicas" (con éste o con cualquier otro nombre) en general no figura en los programas de las carreras de formación docente y creemos que es una falencia que habría que subsanar.
Pese a su importancia, lamentablemente el interés por la ciencia y la tecnología no está presente, a escala generalizada, como debería estarlo.
Sobre ese problema Philippe Roqueplo, en su libro Penser la technique: Pour une démocratie concrète, plantea que posiblemente eso se deba, en el caso de las ciencias, a que por lo general «están culturalmente mal asimiladas debido a que están presentadas fuera de toda pertenencia funcional». En el caso de la tecnología en cambio se debería a que «su importancia en la vida de los individuos y de las sociedades está casi ausente en las reflexiones sobre la misma de parte de quiénes cumplen oficialmente la profesión de reflexionar sobre la vida de los individuos y, más generalmente, de las sociedades. Las técnicas, salvo excepciones, no tienen el honor de interesar al mundo intelectual. Posiblemente porque su propia materialidad les confiere una considerable opacidad»
Por otra parte en otro libro, El reparto del saber, Philippe Roqueplo, , dice:
«No se saca ventaja sino a partir de lo que ya se sabe; no se pone interés sino en aquello de lo que ya se tiene alguna idea.»
Con un planteo similar, Eilean Hooper-Greenhill en su libro Los museos y sus visitantes dice:
«Aprender consiste en adquirir y asimilar datos, técnicas o experiencias y ponerlo todo en relación lógica con lo que ya se conoce (Bruner, 1960). No se produce un verdadero aprendizaje hasta que el nuevo material queda integrado con el viejo. Para la mayoría de la gente, esta relación debe establecerse empezando por lo que resulta familiar, lo que ya es conocido, para seguir después con lo extraño, haciendo extensivo lo conocido a lo desconocido mediante la comparación, el contraste, la analogía o el análisis (Schouten, 1983).»
Compartiendo estos conceptos planteamos que es interesante buscar la forma de despertar el interés por la ciencia y la tecnología partiendo de lo conocido. En esa búsqueda, la cotidianidad puede ser un punto de partida interesante pues forma parte de la vivencia de los jóvenes, y en consecuencia puede ser más fácil despertar su interés incitándoles a que razonen y se pregunten sobre fenómenos o situaciones en las que participan, y descubran los conocimientos científicos y tecnológicos presentes en su vida cotidiana, conocimientos que hoy son el sustrato de la misma.
Desde un punto de vista pedagógico el análisis de cosas y objetos de la vida cotidiana (hogareña, laboral o social), puede ser un medio para lograr esta vinculación entre conocimientos y cotidianidad, y a partir de allí despertar el interés de los alumnos por estos conocimientos, que en gran parte pertenecen al campo de la ciencia y la tecnología.
Teniendo en cuenta que en la cotidianidad la tecnología está omnipresente y su presencia es funcional, planteamos motivar a los alumnos enfocando los conocimientos científico-tecnológicos presentes en objetos del quehacer cotidiano, pero desde un camino inverso al que se suele emplear en las escuelas. Para explicitar nuestro enfoque tomaremos un ejemplo: el electromagnetismo. Este hecho normalmente se lo estudia como fenómeno científico y luego como aplicación se suele ver el timbre. Es decir se va de la ciencia a la tecnología. Aquí planteamos el camino inverso, ir de la tecnología a la ciencia, en nuestro caso, partiendo del timbre buscar los conocimientos científico-tecnológicos presentes en el mismo y profundizarlos. En otras palabras partiendo del análisis de objetos tecnológicos tratar de determinar cómo funcionan, por qué funcionan, y detectar los conocimientos científicos y tecnológicos presentes en los mismos y su relación con el contexto en que operan.
Si bien esta metodología no sea generalizable a todo el campo de la ciencia puede ser muy motivadora cuando sea posible aplicarla. En el fondo es el mismo método que aplican los científicos cuando partiendo de la realidad observable proponen (o modelizan) las leyes que rigen el funcionamiento de lo que observan.
En este planteo desempeñan un papel importante tanto la realidad cotidiana como los museos de objetos técnico-tecnológicos pues estos últimos brindan la oportunidad de ponerse en contacto con objetos no sólo del presente sino también del pasado, y de diversos períodos históricos, lo que amplía el campo de análisis.
En nuestro enfoque tomamos como punto de partida de las actividades de Promoción de vocaciones el planteo de preguntas o interrogantes sobre las características de determinados objetos, con la finalidad de detectar los conocimientos científicos y tecnológicos que están implícitos en los mismos y profundizar su análisis. El objetivo es interesar a los alumnos. no sólo en el tema en cuestión, sino también en el amplio espectro de la ciencia y la tecnología y su vinculación con el mundo cotidiano, y en lo posible llevarlos al campo de la investigación.
Hay que tener en cuenta que el conocimiento no es algo dado, sino que se construye partiendo de preguntas y las correspondientes respuestas.
Por ejemplo, la ciencia actual tiene sus orígenes en los siglos XVI y XVII, cuando sabios como Galileo Galilei (1564-1642), Francis Bacon (1561-1626), René Descartes (1596-1650), Isaac Newton (1642-1727), etc. comienzan a investigar temas vinculados al comportamiento del mundo natural, planteándose preguntas (los porqués) y buscando respuestas apelando a la investigación experimental. Se puede decir que a partir de entonces el hombre, a través de la experimentación, pregunta a la naturaleza tratando de descubrir las leyes que rigen su accionar.
La nueva concepción de la ciencia, basada en la observación empírica y la experimentación, es decir en preguntar a la naturaleza, fue esbozada por Galileo y completada por Newton. Con Galileo y Newton se inician la investigación objetiva y experimental de la naturaleza, y la búsqueda de la cuantificación y expresión matemática de los fenómenos naturales.
Un caso paradigmático es el estudio de la caída de los cuerpos a causa de la gravedad realizado por Galileo (asesor del arsenal de Venecia), quién en un metafórico diálogo le preguntó a la naturaleza sobre la veracidad de la teoría Aristotélica sobre el tema y fue la misma naturaleza, la que a través del resultado de experiencias le contestó refutándola.
Preguntarse y/o preguntar buscando respuestas a la inquietud del hombre frente a los misterios del Mundo físico fue el origen del nacimiento de la ciencia moderna.
La pregunta, como búsqueda de repuesta al "porqué", sigue siendo el principal motor en la adquisición de conocimientos. Quién no pregunta, o no se pregunta, no se plantea la adquisición de nuevos conocimientos. Se deja sentado que la palabra pregunta implica también la búsqueda de respuestas en los libros.
Consideramos que el análisis de productos mediante interrogantes permite ir descubriendo los conocimientos que son sus sustentos, y en general interesa a los jóvenes y tiende a despertar sus vocaciones.
Dentro de este esquema proponemos una metodología de análisis y estudio que llamamos "Lectura del objeto". Las diversas etapas de la lectura o análisis surgen como respuesta a interrogantes que normalmente un observador crítico se plantearía frente a un objeto.
Nosotros planteamos los siguientes interrogantes, dejando sentado que evidentemente se pueden plantear otros:



Consideramos que la lectura de objetos de la vida cotidiana (hogareña, laboral o social), tanto del presente como del pasado, en general despiertan el interés de los jóvenes, pues la búsqueda de lo que no se conoce atrae, y abre la mente, colaborando así en promover vocaciones científicas y tecnológicas, al mostrar cómo la ciencia y la tecnología están detrás de todo lo que nos rodea.
Esta investigación centrada en objetos, y basada en plantear interrogantes y buscar soluciones, se puede hacer extensiva a todo el medio en el que desarrollamos nuestras actividades. Además, tengamos presente que para poder vivir plenamente nuestra existencia y proyectarnos en el futuro es muy importante conocer y entender ese medio; pensamos que el análisis que proponemos colabora en lograrlo.

LA LECTURA DEL OBJETO - Análisis del producto

Aquiles Gay

Vivimos en un mundo más artificial que natural, un mundo en gran parte construido por los seres humanos como respuestas a sus necesidades, deseos, demandas o expectativas; es decir como solución a problemas que han ido surgiendo a lo largo del tiempo, en la búsqueda de mejorar la calidad de vida.
En la búsqueda de solucionar problemas los seres humanos han creado un mundo de objetos que enmarcan las actividades cotidianas y condicionan la forma de pensar y de actuar. Por un momento imaginemos cómo sería nuestro comportamiento sin los productos tecnológicos que forman parte del entorno cotidiano (medios de transporte, de comunicación, etc.).
Vivimos rodeados de objetos, Abraham Moles dice:
"El hombre, de fabricante de útiles se convirtió en consumidor de objetos."
Entendemos por objeto todo elemento material, manipulable u operable, construido por los hombres con una finalidad determinada (utilitaria, estética, simbólica, etc.), es decir hecho para cumplir una función. Los objetos o artefactos son cosas artificiales y no naturales.
Los objetos, además de responder a una función son portadores de una significación y por ende de una información, lo que implica un sistema estructurado de signos.
Podemos decir que todo objeto es un sistema de comunicación, soporte de un mensaje complejo que se puede decodificar y leer.
Si bien los objetos marcan nuestro quehacer cotidiano, en general los utilizamos convencionalmente sin profundizar demasiado sobre su existencia y frente a los mismos en general no nos planteamos interrogantes.
Pero los objetos que nos rodean en general son muy complejos, y para sentirnos más cómodos frente a ellos y poder sacarles el máximo de provecho es fundamental saber cómo son, cómo tratarlos, qué prestaciones podemos obtener, etc. Esto nos puede evitar llegar a sentir una sensación de impotencia frente a nuestro desconocimiento, y como consecuencia de desazón y ansiedad, con las negativas consecuencias anímicas que esto puede acarrear. Si queremos entender el medio en el que desarrollamos nuestras actividades y sentirnos cómodos, tenemos que conocerlo y consecuentemente conocer los objetos que lo integran, lo que implica analizarlos, leer sus mensajes.
Los objetos son comunicadores de mensajes y nos hablan con un lenguaje muy rico, nos informan del nivel tecnológico y cultural de la sociedad que los fabricó, del nivel económico de quienes lo usan, o lo usaban, de su status social. Los objetos son portadores de significados sociales, de una jerarquía de valores tanto sociales como culturales, su mensaje se manifiesta en la forma, el color, los materiales, la terminación, su ubicación espacial, etc.
A través de la "lectura" del mensaje que soportan podemos ir reconstruyendo la historia de la humanidad y de sus necesidades, deseos o demandas, pues satisfacerlas es, como planteo general, el objetivo de la fabricación de objetos.
La adopción del término "lectura" se fundamenta en el hecho de considerar a los objetos como sistemas de signos que soportan un significado que se puede interpretar. Podemos considerar la lectura de un objeto como un acto de interpretación de signos.
Consciente o inconscientemente todo creador imprime en su obra un mensaje; interpretar o leer ese mensaje es un factor importante para poder apreciar la obra en toda su magnitud, ésta puede ser un cuadro, una escultura, un objeto (silla, mueble, automóvil, teléfono, etc.).
Todo producto humano tiene un doble mensaje, por un lado el del lugar y momento histórico de surgimiento del mismo, el llamado "espíritu de la época", y por otro el que consciente o inconscientemente todo autor le imprime a su obra, lo que podemos señalar como la presencia del autor en la obra, o el "espíritu del autor".
La lectura de un objeto nos permite, tanto recabar datos para ubicarlo históricamente, como sacar conclusiones de lo formal, funcional, estructural, científico-tecnológico, etc. Estas conclusiones son de gran importancia cuando, frente a un elenco de objetos, se debe efectuar una selección. (Pensemos las veces que nos enfrentamos a la elección de un objeto, y en muchos casos la ausencia de parámetros que nos permitan actuar racionalmente.)
El paralelismo entre lo lingüístico (significante y significado; denotación y connotación; etc.) y el mundo de los objetos puede ser de gran utilidad para elaborar hipótesis de análisis. Los valores perceptuales del objeto (lo denotativo) posibilitan inferir (connotar) una multiplicidad de datos respecto de su función, del ámbito sociocultural en que apareció, de las pautas tecnológicas que lo hicieron posible, etc. Es en lo connotativo donde están subyacentes los condicionantes socioculturales que enmarcaron el nacimiento del objeto.
Leer un objeto es un proceso por el cual se busca develar los principios que lo generaron y estructuraron, es recorrer un camino que partiendo del producto se llega a determinar la necesidad que satisface y al marco referencial de esa necesidad, este camino es inverso al del diseño del producto, en el que partiendo de la necesidad se orienta a la búsqueda del producto que la satisface. En la lectura se parte de una materialidad con el fin de abstraer una conceptualización. En el diseño se parte de una conceptualización con el fin de estructurar una materialidad.
El camino que planteamos en el análisis o lectura del objeto es, de lo perceptual e intuitivo a lo conceptual. Consideramos que hay una primera etapa que abarca la toma de conciencia de todas las vivencias del observador frente al objeto, y una segunda en la que se conceptualizan los vínculos con el medio; es decir que, como planteo general, se va de lo personal a lo social.
Con la lectura buscamos determinar los aspectos morfológicos, funcionales, estructurales, de funcionamiento, científico-tecnológicos, económicos, históricos, así como otros valores que posibilitarán relacionarlo con su entorno y vincularlo con la estructura sociocultural.
Las diversas etapas de la lectura o análisis surgen como respuesta a interrogantes que normalmente un observador crítico esbozaría frente a un objeto. Nosotros planteamos los siguientes, sin descartar que podrían haber otros:
¿Qué forma tiene? – ¿Qué función cumple? – ¿Cuáles son sus elementos y cómo se relacionan? – ¿Cómo funciona? – ¿Cómo está hecho y de qué material? – ¿Qué conocimientos científicos y tecnológicos están presentes? – ¿Qué valor tiene? – ¿Cómo está relacionado con su entorno? – ¿Cómo está vinculado a la estructura sociocultural, a las demandas sociales y a lo histórico?
Frente a estos interrogantes u otros, y como búsqueda de respuesta, surgen las diferentes etapas del análisis o lectura del objeto.



¿QUÉ FORMA TIENE?
ANÁLISIS MORFOLÓGICO
Todo objeto, como hecho material, tiene una forma que se aprehende perceptualmente y normalmente permite su identificación. El observador estructura la imagen de la forma de manera instantánea en base a los impulsos que recibe y que impactan sus órganos sensoriales.
La forma es una totalidad y de los diversos pasos de la lectura de un objeto la percepción de la forma es, normalmente, el único que el gran público lleva a cabo en forma intuitiva.
De la percepción de la forma se pasa al análisis de la forma. Se observa al objeto desde distintos ángulos y se analizan los aspectos morfológicos, indagando las analogías con otras formas y estableciendo escalas. Se analiza tanto lo visual como lo táctil, lo sinestésico, evaluando las contradicciones que eventualmente puedan surgir.
En esta etapa se busca distinguir, desde un punto de vista morfológico, las partes significativas, señalando sus relaciones y en lo posible asociándolas a formas básicas elementales [por ejemplo: cuerpo cilíndrico unido mediante un elemento troncocónico a ........; o cuerpo piramidal de cantos redondeados (agudos) ........; mango plano (o cilíndrico) unido a ......; etc.]; por otra parte, cuando hay un módulo se debe señalar su existencia, y también si la estructura es autoportante o si hay un bastidor y un revestimiento (piel o carcaza).
Es interesante recordar que las características morfológicas son, en gran parte, consecuencia de aspectos funcionales, estructurales y constructivos.
El registro de los resultados obtenidos puede involucrar a los sistemas de representación (dibujos, croquis, proyecciones, perspectivas, etc., eventualmente también maquetas).

¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLE?
ANÁLISIS FUNCIONAL
El análisis funcional está centrado en la función que cumple el objeto (no debe confundirse análisis funcional con análisis de funcionamiento). Se llama función la manera en que el objeto cumple el propósito para el cual fue concebido y construido. El concepto de función es polisémico, pudiéndose hablar de función utilitaria, estética, de significación (asociada al valor de signo: connotador de status, definidor de gustos, de actitud frente a la vida, etc.), de culto, de esparcimiento, etc.
La función y la forma son dos cualidades de un producto íntimamente vinculadas, podemos decir que en general la forma denota la función.
Se incluye en este análisis lo operativo, el reconocimiento de su modo de uso, de su ergonomía y de su relación con el usuario, con el entorno, etc. Se analizará la secuencia de las manipulaciones a efectuar con el objeto conforme a la misión para la que fue proyectado.
Es interesante analizar en esta etapa el criterio de confort. El nivel de confort visual puede ser disímil al que se manifiesta en el plano operativo y esto influye en el grado de aceptación o de rechazo de un objeto. El criterio de confort está íntimamente relacionado con la escala de valores culturales vigentes.

¿CUÁLES SON SUS ELEMENTOS Y CÓMO SE RELACIONAN?
ANÁLISIS ESTRUCTURAL
En esta etapa se plantea un reconocimiento de la estructura del objeto (modo en que están dispuestas las partes) y de ser necesario, un despiece del mismo, la confección de un listado de componentes, el análisis de éstos, la determinación de la misión de cada uno y las relaciones entre ellos. Si el objeto es complejo eventualmente conviene ampliar el material gráfico con nuevas plantas, cortes y vistas.

¿CÓMO FUNCIONA?
ANÁLISIS DE FUNCIONAMIENTO
Con este análisis se busca determinar los principios de funcionamiento, la explicación de cómo funciona, el tipo de energía y el consumo que requiere su operación, el costo operativo, el rendimiento del producto, etc.
Teniendo en cuenta la relación que existe entre estructura y funcionamiento se puede plantear globalmente el "Análisis estructural y de funcionamiento" partiendo de establecer la relación entre la estructura y el funcionamiento del producto, es decir de identificar cómo cada uno de los elementos contribuye al funcionamiento del producto y, a su vez, la explicación de la función y los principios de funcionamiento de cada elemento y cómo contribuye cada uno de ellos al del conjunto.

¿CÓMO ESTÁ HECHO Y DE QUÉ MATERIAL?
ANÁLISIS TÉCNICO-CONSTRUCTIVO
Este análisis abarca, entre otras cosas, los materiales, los procesos de fabricación, las herramientas y las técnicas empleadas para su producción. Se busca establecer una correspondencia entre las posibilidades que ofrece el material y los requerimientos vinculados a la utilización del producto.

¿QUÉ CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS ESTÁN PRESENTES?
ANÁLISIS CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO
En esta etapa se mencionarán los conocimientos científicos y tecnológicos presentes en el objeto, posiblemente algunos estén planteados en forma implícita en las etapas anteriores, pero lo que se pretende aquí es señalarlos en forma explícita, lo que abre la oportunidad de profundizar su estudio.
En otras palabras, se busca explicitar los conocimientos que participaron en la concepción y el diseño del producto, y en la elección de los materiales y de los procesos de fabricación. El análisis de lo relevado permitirá determinar los requerimientos que condi-cionaron la elección de los materiales.

¿QUÉ VALOR TIENE?
ANÁLISIS ECONÓMICO
Consiste en establecer las relaciones entre el costo o el precio de un producto y la conveniencia de su adopción. Involucra variables tales como la duración, su costo de operación, las posibilidades y la forma de amortización y las relaciones costo-beneficio para la aplicación en cuestión.
Los análisis desarrollados hasta aquí involucran lo intrínseco del objeto; estos análisis configuran lo que llamaremos la etapa objetual. El próximo paso es vincular el objeto al entorno global, lo que implica, entre otras cosas, analizar todos los objetos vinculables al que es motivo de lectura.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE OBJETOS EQUIVALENTES?
ANÁLISIS COMPARATIVO
Se analiza comparativamente el objeto con otros que cumplen la misma función y se busca establecer las diferencias y similitudes.
Se comparará el objeto con otros equivalentes (análisis paradigmático; análisis de una serie de objetos similares), pero que presentan diferencias en lo morfológico o en lo tecnológico, incluyendo los de distintos períodos históricos (por ejemplo, la vela y la lámpara eléctrica). La comparación podrá llevar a un planteo tipológico.

¿CÓMO ESTÁ RELACIONADO CON SU ENTORNO?
ANÁLISIS RELACIONAL
El análisis comprende las relaciones del objeto con su entorno.
Se busca analizar la vinculación del producto con otros, asociados al mismo, o de la misma familia, destinados a satisfacer una función, o un conjunto de necesidades. Por ejemplo: la cuchara permite satisfacer una necesidad (comer); la olla, la sartén, el cuchillo, el tenedor, el plato, etc. permiten satisfacer un conjunto de necesi-dades (cocinar, comer, etc.), o una función (alimentarse).
En el análisis de objetos de una misma familia (análisis sintagmático) deben relevarse las variables que los hacen reconocibles como integrantes de un elenco.
El objeto puede a su vez someterse a un análisis relacional con el entorno y con otras manifestaciones de la producción humana de la época (arte, arquitectura, mobiliario, vestimenta, orfebrería, objetos en general, etc.).

¿CÓMO ESTÁ VINCULADO A LA ESTRUCTURA SOCIOCULTURAL,
A LAS DEMANDAS SOCIALES Y A LO HISTÓRICO?
ANÁLISIS CULTURAL
Los análisis anteriores nos permiten aproximarnos a la razón de ser del objeto, sus orígenes, su evolución histórica y su vinculación con la estructura sociocultural y con las demandas sociales.
Si el objeto pertenece a épocas pasadas es interesante establecer los niveles de obsolescencia, vale decir determinar las variables que conservan su vigencia, o las pautas culturales que han cambiado o desaparecido. Además se deberán tener en cuenta los lenguajes significativos de la época, vinculados a las diversas manifestaciones de la producción humana (arte, arquitectura, ingeniería, ciencia, etc.), así como también los valores institucionalizados jerárquicamente que presidieron las preferencias de la sociedad y se encuentran materializados en los objetos.
Los objetos no responden solamente a los imperativos que consciente y racionalmente debían satisfacer, sino que tienen también una carga expresiva que hemos llamado el "espíritu de la época", y que a través de la lectura del objeto se puede sacar a luz.

*

Como conclusión, planteamos la utilidad de la lectura de objetos en un mundo en el que, por un lado, la presencia de los mismos es muy fuerte y pregnante y por otro la dinámica de la vida nos suele llevar a enfrentar problemas de elección de objetos, para lo cual conviene estar preparados y actuar racionalmente, si queremos eficiencia en los resultados.
Dejamos sentado que muchas veces no es necesario llevar a cabo todas las etapas de la lectura del objeto, sino que solamente se pueden tener en cuenta las más significativas para el caso en cuestión.
Los objetos, que como hemos dicho son respuestas a necesidades, actúan como nexo entre los seres humanos y su entorno (natural, artificial y sociocultural), y podemos decir que son síntesis de sus voluntades.

LA LECTURA DEL OBJETO: LA OLLA A PRESIÓN

Patricia Premat
Aquiles Gay

En este trabajo se ha tomado como objeto de lectura una olla a presión comercial.



¿QUÉ FORMA TIENE?
ANÁLISIS MORFOLÓGICO
Objeto volumétrico (contenedor), de forma cilíndrica, de textura lisa y provisto de tapa. Tiene un mango que permite asirlo, y del lado opuesto al mango una pieza de plástico atérmico que facilita su manipulación. Asociado al mango, y paralelo al mismo, hay un elemento (varilla metálica) que vincula la tapa con el mango.

¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLE?
ANÁLISIS FUNCIONAL
Recipiente de cierre hermético, cuya forma denota su función que es cocinar alimentos.

¿CUÁLES SON SUS ELEMENTOS Y CÓMO SE RELACIONAN?
ANÁLISIS ESTRUCTURAL
El cuerpo principal es un contenedor de aleación de aluminio con un mango de plástico atérmico. El contenedor tiene una tapa que, a diferencia de las tapas convencionales, no se coloca sobre la olla, sino que se introduce en su interior y cierra el recipiente al apoyarse a presión (interiormente) sobre una aleta en la que termina el cuerpo principal en su parte superior. La abertura (en la parte superior de la olla) y la superficie de la tapa tienen forma ovalada, esta forma es la que permite introducir la tapa en el interior de la olla (el diámetro mínimo de la tapa en correspondencia con el diámetro máximo de la abertura de la olla) y mediante un giro de aproximadamente 45° hacer que coincidan los diámetros máximo y mínimo, y luego cerrarla herméticamente desde el interior apelando a una varilla metálica, con cierto grado de flexibilidad, uno de cuyos extremos está fijado al centro de la tapa y el otro extremo (que en parte tiene una cubierta de plástico atérmico) cuenta con un gancho triangular que se engancha en el extremo libre del mango, esta varilla actúa como una palanca de primer grado que aproximadamente en la mitad de su longitud se apoya en un fulcro solidario al cuerpo principal de la olla. La tapa tiene en su borde una guarnición de goma que garantiza la estanqueidad del cierre. En el centro de la tapa hay una válvula de escape del vapor de agua y debajo de la varilla metálica un dispositivo de seguridad, y del lado opuesto al mango una pieza de plástico atérmico que facilita su manipulación
A continuación se transcriben las instrucciones que brinda el fabricante de esta olla para cerrarla:



¿CÓMO ESTÁ HECHO Y DE QUÉ MATERIAL?
ANÁLISIS TÉCNICO-CONSTRUCTIVO
Esta olla a presión es de aleación de aluminio obtenida por fusión (las hay también de acero inoxidable). El aluminio es un metal no ferroso muy abundante (8,13% de la corteza terrestre), alcanza su punto de fusión a los 660 °C y su peso específico es de 2,71 gramos por centímetro cúbico. Es buen conductor térmico, no es magnético ni tóxico al organismo humano, se puede fundir, inyectar, maquinar, laminar, forjar, extrudir y soldar, y además es 100 % reciclable.

¿CÓMO FUNCIONA?
¿QUÉ CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS ESTÁN PRESENTES?
ANÁLISIS DE FUNCIONAMIENTO Y ANÁLISIS
CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO
En este caso particular se asocia el análisis de funcionamiento con el análisis científico-tecnológico.
Si bien al hervir el agua, el vapor que se genera llega a tener un volumen de hasta 1700 veces superior al del agua que lo generó, cuando hierve en una olla de cierre hermético el volumen no puede aumentar, en consecuencia aumenta la presión en su interior y también la temperatura de ebullición; en las ollas a presión comerciales llega al orden de 110 a 120 °C, dependiendo del valor de la presión, que lo fija una válvula de seguridad incorporada a la Olla o Marmita, válvula también inventada por Papin y que originalmente consistía en una varilla articulada en uno de sus extremos, que actuando sobre una pequeña válvula obtura la salida del vapor, sobre esta varilla hay un peso que se lo desplaza en función de la presión máxima que se fije, cuando ésta supera el valor prefijado la válvula se abre permitiendo la salida del vapor lo que impide una sobre elevación de presión con el correspondiente riesgo de explosión de la marmita, al disminuir la presión la válvula nuevamente se cierra.



La válvula de seguridad, tal como la inventó Papin, en muchos casos se sigue usando, pero en general no en las ollas a presión actuales en la que es reemplazada por una válvula de escape que tiene un peso calculado para levantarse y dejar escapar el vapor cuando la presión en el interior de la olla supera el valor adecuado. Par evitar los riesgos que podrían surgir si la válvula de escape se tapase o no funcionara correctamente en esta olla hay un dispositivo de seguridad que se abre cuando la presión adquiere un valor superior al admitido. Este dispositivo de seguridad no se cierra cuando disminuye la presión y es necesario cambiarlo.

¿QUÉ VALOR TIENE?
ANÁLISIS ECONÓMICO
Evidentemente el costo de una olla a presión es superior al de una olla corriente, pero la disminución del tiempo de cocción, con el correspondiente ahorro de energía térmica, así como la mejor cocción en zonas de baja presión atmosférica justifica su uso.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE OBJETOS EQUIVALENTES?
ANÁLISIS COMPARATIVO
En lo formal la olla a presión puede no tener diferencias significativas con respecto a una olla común, excepto en el cierre. Lo que merece destacarse es su peso, superior al de una olla corriente debido a que está sometida a la presión que se genera en su interior y en consecuencia sus paredes deben ser más sólidas.
A continuación se reproduce otra olla a presión cuyas características constructivas son diferentes a la analizada. Es de acero inoxidable y la tapa se aplica arriba de la olla



¿CÓMO ESTÁ RELACIONADO CON SU ENTORNO?
ANÁLISIS RELACIONAL
Con respecto a su relación con el entorno, es un objeto más que forma parte del arsenal de artefactos de la cocina, y como se ha planteado su forma denota su función. No está concebido para llevarlo a la mesa del comedor y en consecuencia su estética no necesariamente debe corresponder a los estándares de las otras vajillas de la mesa.

¿CÓMO ESTÁ VINCULADO A LA ESTRUCTURA SOCIOCULTURAL,
A LAS DEMANDAS SOCIALES Y A LO HISTÓRICO?
ANÁLISIS HISTÓRICO-CULTURAL
Los orígenes de la olla a presión se remontan a Denis Papin (1647–1714), físico e inventor francés que estudió y se doctoró en medicina en París, pero atraído por las ciencias físicas abandonó la medicina y se interesó por las investigaciones de Christian Huygens (1629-1695), del que fue discípulo y con el que investigó sobre el vacío y el comportamiento del vapor de agua. Huyendo de las persecuciones religiosas, por declararse calvinista (hugonote), abandona Francia y se dirige a Alemania y más tarde a Inglaterra donde profundizó sus estudios con Robert Boyle (1627-1691).
En 1681 Boyle lo hace entrar en la Sociedad Real de Londres, donde presenta bajo el título “New Digestor”, su “Digestor” o “Marmita de Papin”, hoy corrientemente llamada “Olla a presión”. En la presentación expresa que "brinda una cocción más rápida que el agua hirviendo en condiciones normales, y además substancias susceptibles de disolverse, como la gelatina de los huesos, se ablandan y deshacen con mucha facilidad".
Si bien este dispositivo en su momento no despertó gran interés entre los miembros de la Sociedad Real, que lo recibieron como un estudio científico más, fue la solución para quienes requieren, una temperatura de ebullición superior a los 100 °C (por ejemplo para extraer de los huesos la llamada cola de carpintero) o para cocinar en zonas muy altas donde la presión atmosférica es baja y como consecuencia la temperatura de ebullición en condiciones normales también.
Como artefacto culinario ya se lo usó en el siglo XVIII como puede constatarse en el dibujo siguiente sacado de una publicación científico-técnica italiana de 1779.



Con el nombre de olla a presión tuvo gran difusión a lo largo del siglo XX debido a que brinda mayor rapidez de cocción, pero su producción industrial había comenzado en el siglo anterior como lo muestra la siguiente olla a presión de hierro de finales del siglo XIX.

LA LECTURA DEL OBJETO: RODAMIENTO

Aquiles Gay





¿QUÉ FORMA TIENE?
ANÁLISIS MORFOLÓGICO
Objeto volumétrico, de forma cilíndrica, anular (de sección rectangular), de textura lisa y brillante.

¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLE?
ANÁLISIS FUNCIONAL
Dispositivo que interpuesto entre un eje y un cojinete reduce la resistencia y el calentamiento engendrado por fricción mediante la substitución de la superficie cilíndrica en contacto, por los puntos de tangencia de una serie de bolas.

¿CUÁLES SON SUS ELEMENTOS Y CÓMO SE RELACIONAN?
ANÁLISIS ESTRUCTURAL
El rodamiento en análisis consta de cuatro partes diferentes:

·Un anillo exterior, con una ranura de perfil esférico en su parte interior;
·Un anillo interior, con una ranura de perfil esférico en su parte exterior;
·Elementos rodantes, bolas ubicadas entre los dos anillos,
alojadas en las ranuras y contenidas por una jaula;
·Una jaula, ubicada entre los dos anillos, cuya función es mantener
separados y equidistantes los elementos rodantes.

¿CÓMO FUNCIONA?
ANÁLISIS DE FUNCIONAMIENTO
Este dispositivo, para operar requiere estar montado en alguna máquina o dispositivo mecánico. Normalmente un anillo se fija al elemento que rota, y el otro al elemento fijo respecto al primero.
Al rotar uno de los anillos con respecto al otro, las bolas que lo separan hacen que el rozamiento entre ambos se reduzca a una rodadura y no al frotamiento de superficies en contacto.

¿CÓMO ESTÁ HECHO Y DE QUÉ MATERIALES?
ANÁLISIS TÉCNICO-CONSTRUCTIVO
La jaula es de chapa de acero y los anillos y las bolas de acero. En algunos casos la jaula suele ser de bronce o de plástico.
Las herramientas que han intervenido en su construcción son: torno, rectificadoras, cizallas, estampadoras, hornos para tratamiento térmico, instrumentos de medición, prensas, procesos electrolíticos.
En consecuencia, las técnicas empleadas son: torneado, rectificación, corte, estampado, tratamientos térmicos, prensado, marcado electrolítico, lavado.

¿QUÉ CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS ESTÁN PRESENTES?
ANÁLISIS CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO
Cuando un cuerpo se desliza sobre otro tiene lugar lo que se llama fricción, fenómeno que se opone al deslizamiento provocando una pérdida de energía cinética que se manifiesta bajo la forma de calentamiento de las superficies en contacto. Para limitar esta pérdida de energía se busca transformar el deslizamiento en rodadura, fenómeno este último que tiene lugar cuando un cuerpo rueda sobre la superficie de otro.
La diferencia del esfuerzo requerido para desplazar un cuerpo en un caso y en el otro puede verificarse fácilmente tomando una botella y colocándola horizontalmente sobre una mesa, si se la quiere desplazar empujándola por la base como en la figura A, se constata que se requiere mucho más esfuerzo que empujándola por una generatriz como en la figura B, en el primer caso se tiene deslizamiento, en el segundo rodadura.




En los rodamientos hay transformación de deslizamiento en rodadura. Para entender su importancia y su funcionamiento se puede imaginar la diferencia entre el esfuerzo requerido para desplazar directamente un cuerpo sobre una superficie lisa, y el requerido cuando interponemos entre el cuerpo y la superficie una serie de rodillos que al rodar sobre la superficie de apoyo facilitan el movimiento, como era corriente en la antigüedad para desplazar los grandes bloques que se usaban en las construcciones.



¿QUÉ VALOR TIENE?
ANÁLISIS ECONÓMICO
Debido a su durabilidad y fiabilidad, reduce los costos de mantenimiento y las horas de inactividad de la máquina en la que se lo utiliza. Podemos decir que su rendimiento es alto con respecto a su costo.
La duración de un rodamiento depende de su correcto montaje y lubricación.

¿CÓMO ESTÁ RELACIONADO CON SU ENTORNO?
ANÁLISIS COMPARATIVO Y RELACIONAL
En nuestro caso los elementos rodantes son bolas, éstas tienen un solo punto de contacto con la superficie sobre la que se desplazan. Cuando el rodamiento tiene que soportar esfuerzos muy grandes, se reemplazan las bolas por rodillos cuyo contacto es lineal y, por consiguiente mayor que el contacto puntual de las bolas. Los rodillos pueden ser cilíndricos o cónicos; algunas veces los rodillos cilíndricos son de diámetro tan pequeño que se los llama agujas.
En cuanto a las partes componentes, también existen variantes: algunos rodamientos, por razones de dimensión o de optimización, carecen de alguno de los elementos que hemos señalado en el rodamiento en estudio. Por ejemplo: ausencia de la jaula que separa los cuerpos rodantes en rodamientos de agujas, o ausencia del anillo interior o del exterior en rodamiento con rodillos cilíndricos o con agujas.
Los rodamientos, comparándolos con otros elementos que cumplen la misma función, como por ejemplo los bujes, son muy superiores, entre otras cosas por la menor pérdida de energía por frotamiento, por su mayor durabilidad y por su mayor límite de velocidad admisible. Tengamos presente que mediante el rodamiento se reduce la resistencia y el calentamiento engendrado por el roce, debido a la substitución de la superficie cilíndrica del buje por los puntos de tangencia de una serie de bolas que pueden girar libremente.

¿CÓMO ESTÁ VINCULADO A LA ESTRUCTURA SOCIOCULTURAL, A LAS DEMANDAS SOCIALES Y A LO HISTÓRICO?
ANÁLISIS HISTÓRICO-CULTURAL
El concepto de buje surge con la invención de la rueda, utilizada por primera vez hace más de 3 000 años en la Mesopotamia para reducir el rozamiento entre una carga móvil y el suelo. Con la rueda se transforma el rozamiento contra el suelo, en el rodamiento de la rueda sobre el suelo, pero subsiste el rozamiento de la rueda con el eje, que en principio se elimina con este dispositivo llamado rodamiento, cuyos antecedentes hay que buscarlos en los molinos de la edad media, pero cuya concepción actual no se remonta más que al siglo XIX.